David y Juanito deciden recuperar una vieja tradición, buscar turistas para follar. Después de comprobar que las niñas del barrio son muy pesadas si folla con ellas una buena extranjera es lo que necesita. Encuentran a una portuguesa que no sabe llegar a su hotel y la ayudan. No “consiguen” ninguna habitación, todo parece estar lleno… y David ofrece su casa para dormir. Ni que decir tiene que esta impresionante rubia va a recompensar la habitación pero eso mejor lo veis vosotros.