Tras el éxito cosechado con la Ruta del León insólito, Javier Tomé pone en marcha un nuevo recorrido turístico, que en esta ocasión se circunscribe a hazañas e historias que pueblan el Barrio Húmedo.
Este peregrinaje cañalla —que comienza esta tarde a las siete de la tarde en San Marcelo y tiene una duración aproximada de dos horas— tendrá como ‘monumentos’ esenciales la calle de La Rúa, Conde Rebolledo, Azabacherías, Mulhacín, la Plaza Mayor, Mariano Domínguez Berrueta, la calle de la Sal, Platerías y Matasiete.
«Es un giro circular en torno a un paisaje repleto de imágenes y anécdotas protagonistas del color local de la ciudad», subraya Tomé. ¿Qué color es ese?, y el colaborador de DIARIO DE LEÓN contesta que, por supuesto, el púrpura, no por el color de los cardenales sino por el de la bandera y, sobre todo, del vino. Y es que la mayoría de las recreaciones que la Ruta presentará a los turistas están relacionadas con los bares y establecimientos hosteleros del barrio de San Martín. «Algunos, como La Gitana o El Besugo, aún están abiertos; otros, la mayoría, ya solo se pueden encontrar en algún rincón de la memoria», explica Tomé. El investigador revela que esta ruta es también una manera de reivindicar el barrio del Martín — «Viva San Martín, viva su mercado y a los del Mercado que les den por el saco»—, uno de los territorios de la ciudad con una fauna más variopinta. Es el caso del enano Valentín, que murió en los años sesenta y a quien se recuerda por sus amoríos con Aicha la hebrea, una cupletista que cantaba en el bar Iris. «Ambos protagonizaron uno de los escándalos más célebres de la ciudad. Era la Semana Santa de uno de los años del decenio de los veinte cuando a Aicha se le ocurrió cantar una saeta», subraya Javier Tomé, que recuerda que por aquel entonces estaba prohibido cantar saetas, con lo que que lo hiciera una mujer y, para empeorarlo aún más una mujer cupletista, resultaba un huracán social. Aicha y Valentín sn famosos además por haber protagonizado la primera película impresionada en eLeón capital realizada por la Casa Vidal y titulada Más vale llegar a tiempo. En ella, el enano encarna un Rodolfo Valentino muy grande, a pesar de no tener un metro de estatura, consiguiendo seducir a una doncella que tras despedirse de su divino cónyuge vagaba desconsolada por la estación de Matallana.
Otra de las parejas que más notoriedad adquirieron en el barrio fue la conocida como ‘Sopaenvino’, sobrenombre cuya explicación huelga, un trasunto cazurro de Días de vino y rosa. En cualquier caso, el lado femenino del dúo era una prostituta conocida como ‘la gorrina’, maestra en las batallas callejeras con ‘colegas’ de profesión.
No se olvida el paseo de los personajes más respetados del barrio, caso del cura de San Martín, famoso por su capacidad para mostrar las debilidades y pecados de sus feligreses. «Ayer me robaron unas gallinas del huerto y lso ladrones, además de osados, porque están aquí, en la iglesia, son bastante estúpidos. No se dan cuenta de que las plumas, huella de su pecado aún están en su ropa». Tras esta ‘homilía’, unos cuantos fieles comenzaron a sacudirse la chaqueta.
También en el Barrio Húmedo tuvo lugar el primer ejemplo de publicidad de León. Fue un industrial de vinos conocido como ‘el carpintero’, que llenó la prensa local de las estrofas: «Cuando enferme, que no me apliquen suero, vale más que me apliquen el vino de la casa del carpintero». Entonces, quedamos que el color local, púrpura.