El escritor hizo un comentario en Twitter después de ver una película sobre lo que él consideraba la Sevilla real que no gustó nada.
Tal día como hoy, 29 de abril, pero de 2012, Libertad Digital contaba en su portada la última polémica del escritor Arturo Pérez-Reverte en la red social Twitter por uno de sus comentarios. El motivo fue el tuit que subió que escribió después de haber visto la película Grupo 7: "Maderos, putas, yonquis y gentuza. La vida misma. La Sevilla real. La que incomoda y nunca saldrá en el Hola".
El creador de El Capitán Alatriste dijo que era una cinta "turbia y dura" que reflejaba muy bien cierta clase de ambiente delictivo en esa ciudad. Además, añadió que "esa Sevilla cutre que era así en el 92 y lo sigue siendo", y que resultaba "más real que ese otro camelo de Ferias de abril, Semanas Santas y Rocíos varios que nos venden a diario". Todos estos comentarios incendiaron Twitter y él no dio un paso atrás. Contestó a una tuitera: "¿Qué no esperaba señora mía? ¿Qué diga que toda Sevilla es maravillosa y no hay allí droga ni miseria?".
Algunos de sus seguidores decidieron dejar de hacerlo, a lo que Pérez-Reverte respondió: "En ese caso, le sugiero que siga en Twitter a Mary Poppins". A pesar de que más tarde trató de matizar sus palabras asegurando que había ambientado allí algunas historias y que había recibido premios en esa ciudad, nada tranquilizó a los internautas. Contestó a otra: "Señora mía, aprenda a leer. Y a hablar bajito. Toda Sevilla no es cutre. Hay una parte que sí. ¿Se lo canto?".
Éste no es más que otro caso en el que el escritor fue objeto de la polémica en la popular red social. Uno de sus objetivos principales fue el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. En concreto, después de ver las lágrimas de éste en su escaño al conocer que Zapatero le había relegado de su cargo en la última crisis de Gobierno. Pérez-Reverte escribió: "Por cierto, que no se me olvide. Vi llorar a Moratinos. Ni para irse tuvo huevos".
Tras los comentarios recibidos criticándole, decidió contestar y explicar su polémico tuit. "Vamos a explicárselo a los que no saben leer sino con orejeras y ven machistas bajo cada tecla". Y empezó. "No se es menos hombre por llorar. Nadie habla de eso. Yo, por ejemplo, lloro cada día cuando abro el periódico o veo el telediario". Siguió diciendo que "se es una mierda cuando uno demuestra públicamente que no sabe irse. De ministro o de lo que sea. Moratinos adornó su retirada con un lagrimeo inapropiado. A la política y a los ministerios se va llorado de casa".
No consiguieron amedrentarle y se reafirmó en lo dicho: "Luego Moratinos, gimoteando en público, se fue como un perfecto mierda". A los que le acusaron de machista les dijo que "respecto a mi lado machista, quien desee ahondar en él puede leer La Reina del Sur. Está en bolsillo. Barato".
Tres días más tarde seguía coleando la polémica. Durante la presentación de su novela El Asedio dijo que "cuando veo reír a un político me pregunto qué mercancía averiada ha conseguido colocarme. Cuando veo llorar al ser cesado me pregunto qué privilegios lamenta perder. Comparar el llanto de un político cesado con el de Iker Casillas es insultar a Iker Casillas".
Días más tarde volvió a hablar del tema. De nada sirvió el linchamiento al que se vio sometido por parte de la izquierda por criticar las lágrimas de Moratinos. En el suplemento XL Semanal de ABC analizó la situación con Gibraltar y culpó al exministro, "cruce de osito Mimosón y abeja Maya" quien "ha sido el responsable de Exteriores más claudicatorio y nefasto desde Gómez Labrador".